Para muchos viajeros, el Caribe representa el último escape. Más de 7000 islas esperan ser exploradas, rodeadas de aguas turquesas y hogar de prístinas playas de arena blanca. En tierra, los visitantes pueden caminar a través de la vívida naturaleza esmeralda, observar loros amarillos como el sol y vislumbrar orquídeas de color rojo fuego, y peces de todos los colores se lanzan a través de los corales en tonos de púrpura y naranja bajo las aguas cristalinas. Audaz y colorido en todos los sentidos de la palabra, el Caribe atrae con su paisaje espléndido, comidas deliciosas, gente amable y oportunidades ilimitadas para la exploración, la aventura y la relajación.
Debido a la proximidad de muchas islas del Caribe a sus vecinos, muchos viajeros hoy en día «saltan de isla en isla» alrededor de la región, yendo de costa a costa para experimentar una variedad de paisajes y culturas en un solo viaje. Los primeros «saltadores de islas» fueron en realidad los arahuacos, amerindios que se aventuraron al oeste y al norte de toda la región, desde Cuba hasta las Bahamas. Poco más se sabe sobre los arawak, que carecían de un lenguaje escrito, pero hasta el día de hoy se puede ver un invento arawak en las playas del Caribe: la hamaca.